El Idiota

De discurso populachero y seudo activista de izquierdas, de verso fácil y a menudo engolado, con palabras robadas a la sapiencia de otros y acostumbrado sentirse en posesión de la verdad.
De ésta guisa iba por la vida un personajillo que hace algún tiempo conocí. Un ser histriónico que disfrutaba dañando cual duende malvado con la afilada punta de su lengua voraz. Y como esos seres utilizan su magia, el se apoderó de mis pensamientos durante un breve espacio de soledad. Embaucador sin escrúpulos buscando sin pudor un lecho caliente creyó encontrar su desahogo y desplegando todos sus artificios y sus plumas de pavo real, se empeñó sin tregua en su nueva conquista.
Pero entre la vorágine de tanta elocuencia se escaparon realidades pesadas y malditas, cayendo la careta del actor que, sin tiempo a reaccionar y retomar su insulso papel, mostró como el encanto si iba diluyendo y el pestilente olor a suciedad le iba envolviendo en su ya retorcido pensamiento. No hizo falta mas, tanto artificio, tanto desprecio quedó reflejado en su rostro que ya sin excusa, quería seguir fingiendo por eso de las llamadas reglas de urbanidad.
El aprendiz de orador me confirmó con su huída que las muñecas rotas no existen para bufones de culebrón barato.
La próxima vez, que pida referencias antes de intentar salir a pescar sin red.
Poco me importa si alguna vez lee esto, que me demande si quiere, está de moda y el, obviamente, es un digno espécimen por ella amamantado.