lunes, 28 de septiembre de 2009

Día de oración

Ruego no me dejes sin tu aliento,
sin el roce perverso de tus dedos,
sin la caricia que me sacia,
sin tu fuego.

Suplico no me dejes sin tu mirada,
sin el rastro que desnudo va quedando,
sin el miedo que me calmas,
sin tu deseo.

Y de rodillas imploro
no me expulses de tu infierno
para volver a un mundo muerto
que se secan mis labios
si no bebo, ansiosa,
de tu cuerpo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa oración y plegaria. Seguro que al Amo que valla dirijida se sentira muy orgulloso.
saludos y besos
Jose

Farid dijo...

La más hermosa oración que se puede esperar de aquella que sirve a su Señor.

minerva dijo...

Gracias Jose, sabes que valoro tus palabras puesto que siempre salen de un corazón enorme y sensible como el que tienes.

Un beso.

minerva dijo...

Así es Farid, así lo siento y así lo expreso.

Agradecida por pasar por mis aguas nuevamente, un saludo.