La perra que soñaba con las estrellas
Viernes, siete de la tarde. Asomada al balcón intenta apagar su excitación creciente, enciende un cigarro que no fuma, que se consume blando entre sus dedos. Un olor que ha dejado marcas blanquecinas en el sofá inunda el ambiente, que ni el aire suaviza…, su olor a perra es denso, lo sabe y lo disfruta, ajena a su vergüenza. Las horas pasadas han sido intensas, aún se duele si presiona sus pezones, aún palpita su sexo incendiado, aún sus labios se muerden placenteros.
La noche va tiñendo de oscuridad y de sombras los edificios, las primeras estrellas despuntan en el cielo, las observa dibujando sus formas con el dedo, tocándolas delicadamente desde lejos. Un pequeño destello cruza el firmamento, cierra los ojos y pide un deseo….
La noche va tiñendo de oscuridad y de sombras los edificios, las primeras estrellas despuntan en el cielo, las observa dibujando sus formas con el dedo, tocándolas delicadamente desde lejos. Un pequeño destello cruza el firmamento, cierra los ojos y pide un deseo….

4 Miradas al Sur:
Qué hermosa postal.
Muy bella, es cierto Farid.
Un saludo.
No me abandona aún la locura. Mi sofá está igual...
Y que nunca lo haga Bellaluna, será señal de seguir soñando y despertando nuestros sentidos.
Un beso.
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