Rechinan mis dientes al sabor de un adiós
no culpo al destino, ¡sería absurdo!
aun cuando la rabia asoma en mi boca,
crispa mis músculos, tensa mi cuerpo
y lo inunda de llanto salado
quebrando mis fuerzas, apagando mis ganas.
Buscaré en los espacios que quedaron
entre las rocas que no se lleve el aire
preguntaré a gritos en el bullicio
dónde encalló el barco de mi sueño
que a la deriva se hundió,
y yo con el…..
5 comentarios:
Lo que mas me gusta de los finales, es que cierran ciclos, y eso permite que otros ciclos puedan comenzar. Besillos
minerva, mi nena... que decirte que no te haya dicho ya? ;)
Bueno si! nunca te he dicho que:
Que bien escribes, joia!!!
o... si te lo había dicho?...jjj ;)
Un besito muy grande, cariñete
kaya
Daryus, efectivamente no cabe duda que siempre se ve la luz al final del túnel......Un saludo, grande.
kaya, linda, gracias, me vas a poner colorá ;). Besos cariñito.
Si no culpas al destino, sabia decisión, no asegures que tus sueños encallaron y se fueron a la deriva. No se fueron, los sustituistes.
Ajesus
Cierto Ajesus, los sueños nunca van a la deriva, solo cambian de color.
Un saludo
Publicar un comentario