Un cuento corto

febrero 04, 2009 minerva 0 Comments

Miraba por detrás del cristal empañado como la lluvia empapaba el suelo llenándolo de charcos mezclados con barro. Caía la noche. No se atrevió a abrir la ventana, el viento llevaba olor a humedad y un frío de desierto invadía su cuerpo. Temblaba. Sus ojos, perdidos en un punto infinito, inmóvil, como estatua de hielo mal ubicada. Volaba enredada entre esas hojas caídas a destiempo.
Unos brazos conocidos rodearon su cintura, un suave soplo cálido desperezó sus sentidos y así, al abrigo del invierno, el susurró: ¿Qué pensabas?.
Ella se giró despacio, saboreando sus palabras, lo miró a los ojos y le dijo sonriendo: Pensaba en ti.

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