domingo, 29 de marzo de 2009

Boceto de un personaje

El humo del cigarro inundaba la habitación convertida en muelle londinense al caer la noche, y el, como vampiro entre las redes se plantaba frente a su pantalla organizando una nueva cacería. Triste rostro aquel, ojeras pronunciadas, barba desprolija, calvicie impertinente, rancio, abotargado e hinchado vestigio de gorduras pasadas…una arruga profunda surcando su entrecejo enmarcaba como colofón la fealdad y la apatía que se reflejaba.
Sus manos, sudorosas y blandas, tecleaban compulsivas, sus ojos, ávidos de destape suplicaban acuosos, y mientras su boca, quebrada de efluvios etílicos, expulsaba frases incongruentes entre salivas.
Pensó que era brillante y decidió labrarse una carrera prometedora entre la gente seria, pero las responsabilidades no eran lo suyo, no sabía enfrentarse a la realidad que vivía mas allá de su cuarto y una vez mas, fracasó. Entonces se le ocurrió una idea, ya que su ego debía sobresalir lo haría donde nadie lo pudiera frenar, donde se movía como ballena en sus aguas, lo haría a cara cubierta, eso si, insistente y machacón, usaría las palabras mas rebuscadas, el verbo mas florido como un Capitán Alatriste de cuarta regional para despuntar entre luces de neón marchitas.
De éste modo, inició su periplo por los distintos mundos virtuales hasta encontrar uno en el que creyó encajar, supuso babeante que habría sexo fácil y hasta consiguió alguna cita embaucando a ingenuas, son cosas que la tecnología aún no entiende, pero dura fue su caída, una vez retirada la máscara de los tres azotitos y las dos pinzas, desnudo ante las sábanas, declaraban las muchachas su impotencia manifiesta y huían despavoridas riendo divertidas.
A partir de eso, concentró todas sus energías de amargado voyeur en crearse un personaje a lo Clint Eastwood, convencido de ir dejando una estela de miedo a su paso, asegurando ser un mismo Dios, entre dogmas mil veces copiados y posturas aprendidas ante el espejo roto de soportarlo. Creo que por ahí sigue, inventando fantasías para aguantar su triste existencia, recomponiendo un traje que le queda grande y tiene muchas costuras, ridiculizando su vida con su soez comportamiento.

Ésta es la historia de un anónimo personaje que, como tantos otros, existen o no….¿es fruto de mi imaginación?.

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