Del comienzo

marzo 31, 2009 minerva 0 Comments

Desmenuza su cuerpo como fruta en la boca
gajo a gajo, caen sus jugos entibiando los dedos
cálida, húmeda, agonizante de deseo.
Cada porción presa de placer, de dolor,
cada porción rogando temblar, sentir,
cada porción mas entregada, mas fiel, mas ....

Esclava de Su presencia, envuelta en el murmullo
de Sus palabras.
Perra primeriza ávida de órdenes,
en el suelo,
ofrecida,
a una simple de Sus caricias,
encadenada a una voz
la Suya.

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Boceto de un personaje

marzo 29, 2009 minerva 0 Comments

El humo del cigarro inundaba la habitación convertida en muelle londinense al caer la noche, y el, como vampiro entre las redes se plantaba frente a su pantalla organizando una nueva cacería. Triste rostro aquel, ojeras pronunciadas, barba desprolija, calvicie impertinente, rancio, abotargado e hinchado vestigio de gorduras pasadas…una arruga profunda surcando su entrecejo enmarcaba como colofón la fealdad y la apatía que se reflejaba.
Sus manos, sudorosas y blandas, tecleaban compulsivas, sus ojos, ávidos de destape suplicaban acuosos, y mientras su boca, quebrada de efluvios etílicos, expulsaba frases incongruentes entre salivas.
Pensó que era brillante y decidió labrarse una carrera prometedora entre la gente seria, pero las responsabilidades no eran lo suyo, no sabía enfrentarse a la realidad que vivía mas allá de su cuarto y una vez mas, fracasó. Entonces se le ocurrió una idea, ya que su ego debía sobresalir lo haría donde nadie lo pudiera frenar, donde se movía como ballena en sus aguas, lo haría a cara cubierta, eso si, insistente y machacón, usaría las palabras mas rebuscadas, el verbo mas florido como un Capitán Alatriste de cuarta regional para despuntar entre luces de neón marchitas.
De éste modo, inició su periplo por los distintos mundos virtuales hasta encontrar uno en el que creyó encajar, supuso babeante que habría sexo fácil y hasta consiguió alguna cita embaucando a ingenuas, son cosas que la tecnología aún no entiende, pero dura fue su caída, una vez retirada la máscara de los tres azotitos y las dos pinzas, desnudo ante las sábanas, declaraban las muchachas su impotencia manifiesta y huían despavoridas riendo divertidas.
A partir de eso, concentró todas sus energías de amargado voyeur en crearse un personaje a lo Clint Eastwood, convencido de ir dejando una estela de miedo a su paso, asegurando ser un mismo Dios, entre dogmas mil veces copiados y posturas aprendidas ante el espejo roto de soportarlo. Creo que por ahí sigue, inventando fantasías para aguantar su triste existencia, recomponiendo un traje que le queda grande y tiene muchas costuras, ridiculizando su vida con su soez comportamiento.

Ésta es la historia de un anónimo personaje que, como tantos otros, existen o no….¿es fruto de mi imaginación?.

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Un paseo por......Richard Corben

marzo 28, 2009 minerva 0 Comments





No hay muchas imágenes de éste dibujante en la red o yo no he sido capaz de encontrarlas. En cualquier caso, aquí dejo una muestra de su arte y su modo de captar la sexualidad mas salvaje en cuerpos voluptuosos y vivos, sin duda excitante.

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La Hora del Planeta

marzo 27, 2009 minerva 2 Comments



Mañana, a las 20:30, tenemos una cita con el Planeta para demostrar que la lucha contra el Cambio Climático es posible.

Esta iniciativa de WWF es la mayor campaña en defensa del medio ambiente de la historia, en la que participarán 1000 millones de personas. La Hora del Planeta 2009 involucrará a los gobiernos, ciudadanos y empresas en una acción conjunta para llamar la atención sobre los efectos del calentamiento global y exigir a los líderes políticos que actúen para controlar las emisiones de CO2 antes de que sea demasiado tarde. Hasta ahora, más de 3000 ciudades de 84 países se han comprometido a apagar las luces de sus edificios más emblemáticos, como gesto simbólico de apoyo a La Hora del Planeta.

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La arpía, el necio, la boba y la Sirena

marzo 26, 2009 minerva 4 Comments

Hace muchos, muchos años, cuando las leyendas no eran tales, y los seres humanos creían en algo mas bello que los lodos terrenales, existió una Sirena, Lidia era su nombre, que vivía en los acantilados de la isla de Artemisa.
Un día, ya despuntando el sol, estando varada en su roca, vio aparecer a un hombre y una mujer que caminaban atolondrados de la mano. De repente, el hombre cruzó con Lidia una sola mirada y allí mismo, en medio de tanta quietud, se oyeron voces, peleas, las manos se desunieron….
Mientras la Sirena se refugiaba en su roca, vio como la mujer, una boba, se alejaba llorando, gritando, suplicando, a quien la quisiera escuchar, que el desamor se iba apoderando de su espíritu, lo cruel de su destino, la injusticia de su vida…
Una arpía, de grandes alas y mirada ceniza, se posó junto a la boba y la consoló mientras seguía robando de su bolsa la comida que llevaba: “No pasará nada, yo te defenderé de cuanto acontece, si no es capaz de ver lo que se pierde contigo, con todos los defectos que puedas tener…es que está más ciego de lo que creía”.
El hombre mientras tanto, henchido de su propio ego al creer capturar la atención de Lidia, con el comportamiento de un necio, se quedó sentado en la orilla endulzando palabras de amor e inventado planes de futuro.
La arpía seguía consolando a la boba, diciéndole que Lidia había cegado la mente del hombre, de todos los hombres, llegando a hacer en público el ridículo más grotesco…. Ella, la Sirena era feliz pues tenía a tres marineros porfiándose su persona, sin darse cuenta que tan solo buscaba el botín.
Pero Lidia escuchó sus pensamientos y no quiso seguir con el juego de aquel hombre, sabía del daño que le podía hacer a esa boba y que el no merecía por necio nadar contra la corriente. De éste modo, se zambulló en el agua diciéndole no.
Desolado el necio volvió sus pasos a la boba, agarró su mano y la convenció de que la Sirena lo había intentando hechizar y que el se había negado, pobre infeliz, pobre boba anodina, ella lo creyó, debía hacerlo así pero la realidad es que Lidia lo echó de su vida pues no cabe maldad en su corazón.
De fondo, la voz de la arpía susurraba en el oído del necio “guárdate las espaldas de los protectores de la Sirena. Te deseo mucha suerte porque la vas a necesitar y si alguna vez quieres algo de mi, ya sabes donde estoy, me encontrarás”.
Cierto es que la Sirena tenía protectores pero también es cierto que una Sirena no los necesita, sus cantos son sus mejores aliados y ésta Sirena, no ha perdido la voz, todo lo contrario, la utilizará cada día con mayor fuerza.

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La gota

marzo 25, 2009 minerva 0 Comments

Una gota, incesante, molesta,
caía monótona. La escuchaba
cada amanecer y entre sus pesadillas
firme, plass, plass, plass,
hora tras hora, martillo en su cerebro.
Miraba el techo esperando encontrarla
pero sola una bombilla habitaba
y seguía retumbando en su oído
plass, plass, plass, aburrida.
Una mañana escuchó el vacío
sintió extrañeza, cierto desconsuelo,
algo no estaba donde debía
no cuadraba, agudizando sus sentidos
dio vueltas en la cama,
al fin, despertó
era ese plass que la perseguía
se había esfumado, sonrió.
Pero … se miró y ahogando un grito
suspiró,
la gota había taladrado su cuerpo,
de lado a lado, un agujero
redondo y tremendo
trasparente su vida, toda ella cristal.

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La parte de adelante (Andrés Calamaro)

marzo 24, 2009 minerva 0 Comments



Soy vulnerable a tu lado más amable
soy carcelero de tu lado más grosero
soy el soldado de tu lado más malvado
y el arquitecto de tus lados incorrectos
soy propietario de tu lado más caliente
soy dirigente de tu parte más urgente
soy artesano de tu lado más humano
y el comandante de tu parte de adelante....

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La balada de la masturbadora solitaria (Anne Sexton)

marzo 24, 2009 minerva 2 Comments

Al final del asunto siempre es la muerte.
Ella es mi taller. Ojo resbaladizo,
fuera de la tribu de mí misma mi aliento
te echa en falta. Espanto
a los que están presentes. Estoy saciada.
De noche, sola, me caso con la cama.
Dedo a dedo, ahora es mía.
No está tan lejos. Es mi encuentro.
La taño como a una campana. Me detengo
en la glorieta donde solías montarla.
Me hiciste tuya sobre el edredón floreado.
De noche, sola, me caso con la cama.
Toma, por ejemplo, esta noche, amor mío,
en la que cada pareja mezcla
con un revolcón conjunto, debajo, arriba,
el abundante par en espuma y pluma,
hincándose y empujando, cabeza contra cabeza.
De noche, sola, me caso con la cama.
De esta forma escapo de mi cuerpo,
un milagro molesto, ¿Podría poner
en exhibición el mercado de los sueños?
Me despliego. Crucifico.
Mi pequeña ciruela, la llamabas.
De noche, sola, me caso con la cama.
Entonces llegó mi rival de ojos oscuros.
La dama acuática, irguiéndose en la playa,
un piano en la yema de los dedos, vergüenza
en los labios y una voz de flauta.
Entretanto, yo pasé a ser la escoba usada.
De noche, sola, me caso con la cama.
Ella te agarró como una mujer agarra
un vestido de saldo de un estante
y yo me rompí como se rompen una piedra.
Te devuelvo tus libros y tu caña de pescar.
El periódico de hoy dice que se han casado.
De noche, sola, me caso con la cama.
Muchachos y muchachas son uno esta noche.
Se desabotonan blusas. Se bajan cremalleras.
Se quitan zapatos. Apagan la luz.
Las brillantes criaturas están llenas de mentiras.
Se comen mutuamente. Están más que saciadas.
De noche, sola, me caso con la cama.

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La quinta prueba de Yao (I)

marzo 23, 2009 minerva 2 Comments

Yao subió los peldaños de una nueva torre. Su cuerpo recordaba encendido el sufrimiento, el valor de la etapa anterior, pero deseaba continuar progresando, abandonarse más y más a los deseos de su Amado, mostrar todo lo que podía aprender y darse...eso la empujaba escaleras arriba, aunque, a su vez, su profundidad meditativa hacía que captase humildemente hasta la mas mínima esencia de la piedra, de su cadalso particular.

De nuevo una pesada puerta de madera con incrustaciones metálicas se presentaba ante ella. Con todas sus fuerzas la empujó hasta abrir lo suficiente para que su menudo cuerpo pudiera pasar por ella.

Esta vez la sala estaba tapizada de rojo terciopelo y satén. Sin dudarlo, caminó por ella hasta ponerse en el centro. Avanzaba de nuevo arrastrando la cola del kimono, haciendo que casi levitara del suelo. Nunca esos muros habían presenciado la entrada de un ser tan elevadamente bello.

Una vez en el allí, intuyó la presencia de su Amo. Lentamente, bajó la mirada, dejó caer su vestimenta, cruzó las piernas, se sentó sobre sus rodillas y puso las manos sobre sus muslos, con las palmas hacia arriba esperando paciente que sobre ella se iniciara un nuevo y desconocido suplicio.

Unos pasos se acercaron tomándola por los brazos y haciendo que sus muñecas se situaran a un palmo de ambos lados de su cabeza para con dos grandes maderas de roble quedar aprisionadas, manos, nuca…. mientras unas cuerdas se encargaban de fijarlas firmemente entre si.

Yao sintió pasar muy levemente un dedo entre sus labios, a lo que reaccionó abriendo la boca. Sintió que un miembro entraba, ella accedió, tomándolo con fruición y acogiéndolo en toda la humedad de su ser.


Él dejó por un momento el relato y tomó un nuevo sorbo de vino.

...Señor...seguid Señor, dijo Maravillas.

...¿por qué Maravillas? ¿por qué lo deseas?.

...porque desearía saber que le hizo a Yao, Señor.

...eso quiere decir que estás húmeda, Maravillas.

...es que....yo....si, Señor....admitió.

...Así que te has empezado a mojar y ¿no me has preguntado?.

...no, Señor.

...Levántate, ordenó seco.

Ella lo hizo...sabía que había incurrido en un error y no era la primera vez que había sido advertida.

...Serán 21 azotes.

...si, mi Señor.

...y 21 minutos en el potro del dolor.

...el.....mmm...potro, Señor?

...Si.

En ese momento, el sexo de Maravillas rezumó aun mas, sabiendo lo que significaba el potro del dolor. El se dió cuenta, pero ésta vez no se lo tuvo en cuenta.

Desnuda de cintura para arriba, recibió contando los 21 azotes.

...Y ahora...al potro....desnúdate.

Ella lo hizo con prontitud...se dirigió a un aparato que estaba en uno de los lados de la sala, tapado con una lona.

Era un potro, como un fuerte caballete en el que la parte de arriba acababa en un borde de madera.

...Ya sabes lo que debes hacer querida.

Ella subió al potro, agarrándose de sus manos a una especie de barra de trapecio que colgaba del techo, dejando descansar lentamente su sexo y su periné sobre ese afilado borde. El tomó varias pinzas y con ellas adornó sus pezones , atándolos a su vez a la barra. Los tensó e hizo lo mismo con la barra para que pudiera asirse a ella solo con un estiramiento máximo. Si dejaba de hacerlo, el borde de madera se clavaba mas y más en su sexo....

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Todo no está perdido

marzo 22, 2009 minerva 0 Comments

El siguiente escrito se ha publicado en la web someteme, al leerlo me pareció una perla rara de encontrar y con la autorización del Dominante que lo redactó y con la ayuda de cookie, lo dejo aquí para su disfrute. Gracias a ambos.

Que tiempos aquellos dónde la sumisión se vivía y se sentía desde el alma. En los que la Dominación no buscaba solo el cuerpo, sino prioritariamente la mente y el alma de la sumisa. Donde se buscaba y se procuraba la sumisión desde los actos más cotidianos a los más excepcionales por la imperiosa ansiedad de sentir la sumisión de forma constante, diaria, de forma plena, como una forma de vida.
Tiempos en dónde ese sentimiento embargaba el alma y emocionaba.
Tiempos en los que el sexo no era la sumisión en sí misma, sino tan sólo una parte más de ella. En los que existía admiración por tu Dios, ansiedad por percibir de forma constante su Pertenencia, orgullo de estar a sus Pies, confianza ciega en su Mano ….
Tiempos en los que el Dueño era consciente de que tenía obligaciones y las asumía orgulloso. Donde se sentía más Dueño cuando reconocía sus propios errores, sin ambages ni excusas y eso no era percibido como debilidad, muy al contrario, la sumisa redoblaba, por ese hecho, su confianza ciega en el.
Tiempos donde la honestidad intelectual y emocional consigo mismo y con su perra estaba siempre presentes.
Años en los que, alrededor de una taza de café, la sumisa contaba emocionada y con ojos vidriosos como sentía crecer su dependencia, como iba superando sus miedos y la felicidad que ella sentía al ver el orgullo reflejado en la cara de su Dueño. Tiempos en los que el Dueño se emocionaba cuando escuchaba “sí mi Amo”, porque tenía un valor especial por sentido y vivido. Tiempos en los que cuando llamabas a tu sumisa puta, perra, guarra era una halago para ella porque expresaba e incrementaba el sentimiento de pertenencia. Tiempos en los que …. todo tenía UN sentido.
Ahora, muchas veces, tengo la sensación de estar hablando un idioma distinto, que nadie entiende ni quiere comprender. Es tremendamente agotador luchar contra todo para tratar de explicar que hay "otro mundo" donde se puede vivir en plenitud.
Los sentidos se cansan de estar siempre pendientes para tratar de percibir cualquier ligera nota de “esencia” en algún comentario, sentimiento, vivencia … y son muy pocas las gotas que se llegan a vislumbrar (aunque algunas siguen emocionando) … Todo ahora es relativo, todo vale, tanto del derecho como del revés, nada es sustancia o esencia … y les gusta que sea así.
Sin embargo, yo también prefiero mi mundo.

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dominantes con minúscula

marzo 20, 2009 minerva 4 Comments

Cualquier acto exige su tiempo, de sabiduría, de contención, como el soplador de vidrio va viendo los destellos de su creación, el alfarero la belleza que va naciendo entre sus manos, con paciencia y amor, con respeto. No se templa el hierro si no es a fuego lento, solo de ese modo, como en toda pincelada de vida, se puede forjar una relación.
Por ello no puedo comprender a los Dominantes que catalogan sin haber llegado a profundizar, sin entrar en lo mas íntimo del ser sumiso, con el desprecio de creer estar de vuelta de todo y que con la osadía de una inestimable prepotencia, etiquetan actitudes. Castran su imaginación de una manera contundente puesto que nadie que no posee el don de la templanza es capaz de ver mas allá de su ombligo.
Hasta cierto punto es lógico, en un mundo donde las relaciones son tan efímeras, donde existe la obligación de ser perfecto, los hay que consideran moldear una pérdida de tiempo aún cuando muestran todo lo contrario de cara al espectador y se permiten el lujo de dar clases magistrales de su saber estar, de su conocimiento…pero no disfrutan, no gozan ya que están en la ardua tarea de sentirse protagonistas de una historia que aún siendo de dos se empecinan en convertir en tan solo de Uno.
Ser Dominante es guiar, aconsejar, intuir, probar, tantear, explorar límites, es una labor de responsabilidad y sensatez, de firmeza, de conocimiento, pueden pasar meses de laborioso trabajo antes de ver el resultado que desean, pero, es indudable que lo consiguen.
Para el resto la sumisión pertenece a un estrato que nunca podrán comprender, tal vez logren palmaditas en la espalda o hermosos collares que añadir como muesca en la pared, pero no entenderán que la entrega, la confianza y la complicidad se gana por ambas partes y que si la mano que se tiende no da sensación de firmeza, no es que no exista esa esencia sumisa, es que a el no se la regalará ya que por derecho, no será digno de poseerla.

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Reflexiones sobre un colchón

marzo 18, 2009 minerva 0 Comments

Llevaba tres días tirada en esa cama, atada, desnuda. Su cuerpo mostraba las marcas que horas antes habían castigado en la piel dejando finas líneas rojas. Gemía ante cualquier movimiento aunque no eran muchos los que podría realizar, tal vez era el entumecimiento de sus músculos lo mas doloroso o el sentimiento de abandono que se apoderaba a ráfagas de su corazón. "No pienses", se decía apretando los ojos con la triste intención de desconectar su cabeza, "no pienses", murmuraba con la intención de oír algún sonido. Le resultaba extraña, salía de su boca sin fuerza, seca, sin brillo. Miró a su alrededor con la esperanza de que algo hubiera cambiado pero no, no había luz en ese cuarto con olor a humedad y a una nauseabunda mezcla de comida agria, orines y heces. No deseaba tomar conciencia de su situación, había aceptado las condiciones de su entrega, sin límites, recordó....hacía ya tanto tiempo….
Comenzaba a tener frío, hundió la cabeza entre el hueco sudoroso de sus brazos esperando encontrar la calma olvidada. Fue cuando oyó el ruido de una llave, alzó la vista un segundo y se dijo: "no pienses".

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Instante

marzo 17, 2009 minerva 2 Comments

Hay espacios que se llenan de recuerdos,
rincones cubiertos de agua y cielo
donde se tiñen de historia los colores
y si cuelgas de una nube tus secretos,
lloverán gotas de risa, también alguna lágrima.

Hay momentos que se sienten como espadas
no desgarran, son leves sus punzadas
donde el frío se cuela traicionero
y si de esa sangre que se cuaja renaces,
arderán llamas de hielo, quizá alguna ceniza.

Hay silencios que amenazan en tormentas
agua clara convertida en sucio barro,
cuando salpica en el rostro
y si lavas tus heridas en su lodo,
morirán como inviernos, tal vez algún verano.

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Margot (Carlos Gardel)

marzo 15, 2009 minerva 0 Comments

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La cuarta prueba de Yao (y II)

marzo 14, 2009 minerva 2 Comments

…El empezó a pasar grilletes por cada uno de los herrajes que poseían las bandas que rodeaban a Yao, mientras el sonido metálico de las gruesas cadenas llenaban el habitáculo. Una tras otra, lentamente, como el trabajo de un relojero que desea que cada engranaje funcione en armonía con el tiempo milenario, las fue engarzando.
Yao seguía con la vista clavada en el horizonte. No deseaba lo mas mínimo saber que le estaba haciendo su Señor y Dueño, confiada que hiciera lo que hiciera, sería su anhelo y ella solo deseaba ser la seda, la madera, el agua para plasmarlo.
Él se retiró hacia uno de los lados y empezó a mover un polispasto con destreza. Ese movimiento hizo que Yao tuviera que irse contorneando hacia atrás y hacia uno de los lados, pausadamente, como en una danza eterna, hasta que finalizó. A continuación, otra cadena inició su viaje hasta una de las anillas que aprisionaba un brazo de Yao, haciendo que se elevase por encima de su cabeza...y a ese gesto siguió otro, y otro, siempre dejando el miembro o la parte del cuerpo de Yao en tensión. Ella notaba que se estaba convirtiendo en armonía pura, cada cadena, cada eslabón, cada impulso...todo estaba perfectamente estructurado en un orden cósmico que ella notaba pero que no podía percibir.
En unos instantes, pero que en realidad fueron horas, el Maestro fue moviendo sabiamente su cuerpo, como una marioneta eterna, suspendida del suelo por pesadas cadenas que se transformaban en viento invisible gracias a la magia de ella. Estaba allí...libre....volando por encima de las piedras frías del suelo, modelada por su amado Señor. Sintió que realmente nada la impedía ofrecerse a El. Abrió ligeramente la boca, era la señal que esperaba su Señor para dar comienzo a su creación, a su ave fénix. Tomó entonces siete varas de bambú recién cortadas en el jardín, verdes, flexibles, rápidas. Varas largas, con nudos especialmente escogidos por El...y empezó a castigar su cuerpo con ellas. Ninguna rozó los anclajes, solo la piel desnuda de Yao fue objeto contacto del bambú. Cada nuevo azote hacia que entrara en una especie de sueño en su imaginación, hasta vislumbrar la eternidad...el sentido intemporal de la eternidad....de dolor y de agradecimiento...una agonía y una nueva resurrección en cada golpe....Así hasta que El dio por buena su obra y con la misma destreza que la había iniciado, deshizo uno a uno los movimientos: la bajó lentamente, retiró los grilletes y las bandas.
La piel de Yao estaba llena de los golpes de las varas de bambú, salvo donde había protegido el metal...y comprobó que el frío acero sería ya entonces su amigo para siempre.Su Amo le pasó por encima el kimono y la dejó de nuevo sola en la habitación. Esta vez el dolor pudo mas que sus ganas de no llorar y de pie, orgullosa...derramó sus lágrimas encima de esas piedras. Se había fundido con el metal y ya nunca más éste la podría dañar...Entonó entonces una canción que había aprendido de pequeña, una bella canción a la luna....y encaminó sus pasos hacia una nueva prueba.

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Un paseo por.......Luis Royo

marzo 12, 2009 minerva 0 Comments




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Me gusta saber de ti (Victor M. San José)

marzo 11, 2009 minerva 0 Comments


Me gusta saber de ti

por lo que pudo haber sido y no fue

no fui el amor de tu vida

comí cuantas migas

al suelo dejabas caer.

Me gusta saber de ti

como a ti sé que te gusta también

a veces ir por las ramas

te da una distancia

que cerca no puedes tener.

Sabes de sobra quién soy

vivo en el número diez

de aquella plaza escondida

por la que tú pasas como sin querer.

Juegas a que no me ves

pero cuando no me miras

pinto señales prohibidas

para que a tu casa no sepas volver.

Me gusta saber de ti

y no le busques al gato tres pies

las cosas son más sencillas

quedan las cenizas

de lo que pudo haber sido y no fue.

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Sin aparente motivo

marzo 10, 2009 minerva 2 Comments

Sin duda, la vida duele a veces.
La miras de reojo, con desconfianza, reniegas,
intentas manejar sus hilos
abrir los ojos, respirar profundo
y se te resiste.

La soledad grita tu nombre
en ecos que ensordecen y arrastran
pero no te decides, cobarde, a enfrentarla
y silba en tu oído, pretenciosa
se ríe, te desconcierta.

No es el tiempo quien te ha abandonado
eres tu, paseando perdido
recobrando alientos, en penumbras,
subastando ilusiones pasadas
divagando, abrumado, entre olvido y olvido.

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Entre sábanas negras

marzo 08, 2009 minerva 2 Comments

Entre sábanas negras busqué tu piel
ahora ausente….
La soledad me aconsejó olvidar y
sacudir mi alma de tu hastío,
de mi cansancio.
Entre sábanas negras encontré tus caricias
sabiendo que mas allá de tu orgullo,
debía seguir mirando
y dar la bienvenida a mi ingenuidad.
Entre sábanas negras hallé respuestas
y con papeles de lluvia envolví tu
cruel ironía,
arrojándola al fuego de tu vanidad.
Entre sábanas negras no hubo sollozos
fue lenta su muerte, esperada, segura
y si huele aún a cuerpos sedientos, mojados,
distraídos, miraremos hacia otro lado.

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La mentira

marzo 06, 2009 minerva 0 Comments

Gracias a los prepotentes, embaucadores, sinvergüenzas, mentirosos, cretinos, pobres de espíritu, egocéntricos, sin escrúpulos.
Gracias por creeros el eje del universo, por ser tan visibles, por mostrar vuestras miserias.
Gracias pues sin vosotros, no existiría éste relato.
Para el, para ella, para ambos….


Era consciente que permanecer varado al filo de si mismo era romper el hilo entre lo real y la locura. Renegaba del ambiente que le condujo a todo esto. Demasiados cafés por la madrugada, interminables demostraciones de poder y entendimiento, ganancias a la nada en la excusa de soportar los rigores de la rutina. Un sordo rumor a inseguridad le fue ganando la partida desde aquella ocasión en la que bajó la guardia y se coló profundo en sus entrañas un sentimiento desconocido. Volcó esfuerzos en entender el mensaje que de puntillas atravesó su corazón y le partió sus ideas magistrales. Desde entonces no hubo descanso, luchó con desespero por apartar aquella imagen que sin permiso inundaba su vida, que aceleraba su pulso, que enmarañaba su alma y que amenazaba con instalarse en su cabeza.
Buscó remedios infalibles, recetas de buenas palabras y tejió con todo ello una impecable farsa que, convertida en señuelo, erigió con tono justo. Decidió que sus zapatos seguirían como hasta entonces reluciendo brillantes y que en su camisa no aparecerían manchas molestas de desolación pues no se pueden limpiar llevándolas a la tintorería. Obtuvo con su empeño la calma necesaria para seguir construyendo el engaño en que reposaba.
Hoy, pobre infeliz, vive escondido entre la gente con la aparente despreocupación que da la ignorancia. Con la convicción de haber logrado un triunfo ante si mismo sonríe al espejo que nunca refleja su mirada y si algún borrón nubla su paisaje, da media vuelta en la cama y pone a enfriar la almohada.

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En tus brazos (Tango)

marzo 06, 2009 minerva 0 Comments

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El collar de la paloma (Ibn Hazm)

marzo 05, 2009 minerva 0 Comments

جعلت اليأس لي حصنا ودرعا فلم ألبس ثياب المستضام
وأكثر من جميع الناس عندي يسير صانني دون النام
إذا ما صح لي ديني وعرضي فلست لم ا تولى ذا اهتمام
تولى الأمس والغد لست أدري أأدركه ففيما ذا اغتمام
ابن هزم

Hice de la desesperación mi castillo y mi coraza,
no quiero disfrazarme de víctima de la injusticia.
Más que todo vale para mi,
eso poquito que me permite no necesitar a nadie.
Estando firmes mi religión y mi honor,
en nada tengo lo que se va de mi lado.
El ayer se fue, el mañana no se si lo alcanzaré
¿de qué voy a afligirme?
Ibn Hazm
.......................................................
AMOR FALAZ
Tu amor, al que no he de acercarme, es falaz.
Tú sirves de lecho a todo el que llega.
No te contentas con un solo amante
y tienes en torno tuya una gran turba.
Si yo fuese príncipe, este príncipe no pretendería
verte, por miedo del tropel.
Te pareces a los deseos, que, por muchos que sean,
aceptan a todo el que se llega a ellos
y no rechazan a nadie que venga,
aunque la trompeta haya convocado a todo el género humano.

EL OLVIDO
Si antes me hubieran dicho:
“Olvidarás a quién amas”,
mil veces hubiera jurado:
“Eso no sucederá nunca”.
Pero ya que tras un largo desdén
fuerza es que venga el olvido,
bendito sea tu desdén,
pues que trabaja y se fatiga en curarme.
Ahora me maravillo del olvido,
como antes me maravillaba de la firmeza,
y veo ya tu amor como unas brasas
que arden, pero bajo la ceniza.

HERIDA INCURABLE
La herida que me has hecho tiene cura y no hay reproche.
La que es incurable es la herida del amor.
En medio de su tez blanca son los lunares
como nenúfares en un jardín de narcisos.
Cuántas veces aquel por cuyo amor me muero de triste
me dijo con palabras cortantes y despectivas,
cuando mis peticiones se hacían más apremiantes,
insistiendo unas veces y otras adulándolo:
“¿No basta mi desvío para aplacar tu sed
y ahuyentar el deseo que te anda por el pecho?”
Yo le contestaba: “Si así fuese, no habría
entre los hombres dos vecinos enemigos.
Los ejércitos se miran uno a otro antes de reñir
y luego la muerte abre entre ellos caminos de ruina.

ANGEL O PERSONA
¿Perteneces al mundo de los ángeles o al de los hombres?
Dímelo, porque la confusión se burla de mi entendimiento.
Veo una figura humana, pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea el que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera.

HERIDO DE AMOR
¿Hay quién pague el precio de sangre del asesinado por el amor?
¿Hay quién rescate al cautivo del amor?
¿O podrá acaso el destino hacerme retroceder hacia mi amada
como en aquel día que pasamos junto al río?
Lo pasé nadando y estaba sediento:
¡Qué maravilla uno que nada y tiene sed!
El amor, dueño mío, me dejó tan extenuado
que no pueden verme los ojos de los que me visitan
¿Cómo se las arregló el amor para llegar
a quién es invisible para todos?
El médico se ha aburrido de intentar curarme
Y hasta mis émulos sienten piedad de mi dolencia.

AMOR ABIERTAMENTE DECLARADO
Los que no saben qué es amor me censuran porque te amo,
pero, a mi juicio, tanto me da el que te injuria como el que se calla.
Me dicen: “Has dejado a un lado todo disimulo,
aunque te mostrabas a las gentes celoso observante de la ley religiosa”.
Yo les digo: “Ocultar mi amor sería hipocresía pura
y uno como yo detesta los hipócritas.
¿Cuándo vedó Mahoma el amor?
¿Consta acaso su ilicitud en el claro texto revelado?
Mientras no cometa cosas prohibidas, por las cuales tema
llegar el día de la resurrección con la cara perpleja,
no hago caso, en materia de amor, de lo que digan los censores,
y, por vida mía, me es igual que hablen a gritos o en voz baja.
¿Es acaso responsable el hombre de algo que no haya elegido libremente?
¿Por ventura el que se calla será reprendido por las palabras que no profirió?

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La cuarta prueba de Yao (I)

marzo 04, 2009 minerva 2 Comments

Yao subió por unas angostas escaleras, solamente acompañada por los destellos de luz de las estrellas que entraban por el tragaluz. Las paredes eran de piedras milenarias, parecía que hubieran estado ahí desde el inicio de los tiempos. Piedras inmensas, que encajaban milimétricamente unas con otras.

Su largo kimono iba dejando un rastro de sombra de seda a la vez que acariciaba la piel dolorida del suplicio que aú recordaban sus pupilas. Su paso era firme, sabía lo que debía hacer y deseaba hacerlo. No había atisbos de duda ni en su mirada ni en su gesto.

Llegó a una puerta gruesa de madera de cerezo repujada con adornos antiguos de metal. Con su mano de porcelana la abrió lentamente dejando que una nueva luz iluminara su cara. Eran destellos de fuego, destellos que chisporrotean, olor a humo y metal derretido, sonido de yunque y maza, sabor a hierro en las entrañas, sensación de óxido que penetra en la piel. Sabía que todas esas sensaciones la penetrarían una y mil veces en los próximos minutos y ella estaba deseosa de mostrar como era capaz de albergarlas dentro de si.

Avanzó por la sala...el ruido de fuelles, golpes de yunque, hierro candente....El apareció detrás de una de las fraguas...Yao solo le podía ver su silueta pero lo reconocía...inmediatamente se desprendió del kimono, sabía que su cuerpo debía ser entregado a Sus manos. Se acercó a ella...la tomó del brazo y la llevó a la fragua. Allí, sosteniendo una banda de acero, la colocó en su cuello, descubriendo la medida exacta de cada curvatura, de cada pliegue de su piel. Con inusitada habilidad, fue moldeando a golpe de mazo y martillo aquella banda hasta darle la forma exacta. Una vez finalizado, le añadió una fuerte argolla. Así, fue tejiendo en acero múltiples bandas para sus brazos, piernas, torso, cintura y pelvis. Una vez los tuvo todos acabados, hizo que se acercara. Ajustó cada banda con un perno al rojo vivo, haciendo que las juntas se unieran de la forma mas fuerte posible, casi fundiendo los herrajes. Yao notaba el calor inmenso, casi quemándola, pero permanecía inmóvil. Una a una, todas fueron cerrándose sobre su anatomía. Yao seguía con la vista hacia delante. Sabía que su Sensei no deseaba que mirase hacia abajo ni que mostrase signo alguno de sumisión. La quería ver orgullosa y así lo hacía.

Entonces El empezó a descolgar cadenas del techo, largas cadenas que colgaban de poleas utilizadas para transportar el pesado acero y los pesados crisoles...

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ALEJANDRÍA, 641 A.D.

marzo 02, 2009 minerva 0 Comments

Desde el primer Adán que vio la noche
y el día y la figura de su mano,
fabularon los hombres y fijaron
en piedra o en metal o en pergamino
cuanto ciñe la tierra o plasma el sueño.
Aqui está su labor: la Biblioteca.
Dicen que los volúmenes que abarca
dejan atrás la cifra de los astros
o de la arena del desierto. El hombre
que quisiera agotarla perdería
la razón y los ojos temerarios.
Aquí la gran memoria de los siglos
que fueron, las espadas y los héroes,
los lacónicos símbolos del álgebra,
el saber que sondea los planetas
que rigen el destino, las virtudes
de hierbas y marfiles talismánicos,
el verso en que perdura la caricia,
la ciencia que descifra el solitario
laberinto de Dios, la teología,
la alquimia que en el barro busca el oro
y las figuraciones del idólatra.
Declaran los infieles que si ardiera,
ardería la historia. Se equivocan.
Las vigilias humanas engendraron
los infinitos libros. Si de todos
no quedara uno solo, volverían
a engendrar cada hoja y cada línea,
cada trabajo y cada amor de Hércules,
cada lección de cada manuscrito.
En el siglo primero de la Hégira,
yo, aquel Omar que sojuzgó a los persas
y que impone el Islam sobre la tierra,
ordeno a mis soldados que destruyan
por el fuego la larga Biblioteca,
que no perecerá. Loados sean
Dios que no duerme y Muhammad,
Su Apóstol.

Jorge Luis Borges

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La Biblia de Gutenberg

marzo 01, 2009 minerva 0 Comments

Los primeros incunables tienen el mismo aspecto que los manuscritos. Esta identificación se consideraba un triunfo de la nueva técnica y aseguraba el éxito comercial. La letra utilizada para su confección se componía no solo de signos sueltos sino también de letras unidas por nexos y abreviaturas, como en los manuscritos.

Se imprimía según su naturaleza o el uso al que se destinaban en tres tipos fundamentales de escritura:
1. La letra gótica para los textos escolásticos, destinados a teólogos y universitarios.
2. La gótica bastarda, utilizada en textos literarios tanto en lengua latina como en vulgar.
3. La humanística o romana, utilizada por un reducido número de eruditos que deseaban imitar la letra de los antiguos manuscritos de la cultura clásica romana.

La Biblia de Gutenberg fue concebida para que se asemejara lo más posible a un manuscrito, no llevaba números de página, ni otros rasgos característicos de los libros modernos.
Se trata de una versión latina de las Escrituras de san Jerónimo y, para su impresión, fue preciso fundir casi cinco millones de tipos, editándose 120 ejemplares en papel y 20 en pergamino, de los que se conservan unos 45. Las ilustraciones de cada ejemplar de esta Biblia fueron pintadas a mano y los tomos se embellecieron cada uno de forma diferente.
Gutenberg no fue el inventor de la imprenta puesto que, a comienzos del siglo XV, ya se imprimían naipes y estampas con motivos religiosos. Estas impresiones se realizaban mediante la aplicación de una plancha de madera grabada y embadurnada con tinta grasa, sobre el papel o el pergamino. Tampoco fue mérito suyo la composición de textos con caracteres móviles, es decir, la fabricación de letras o símbolos individuales.
El verdadero logro de Gutenberg fue el perfeccionar estas técnicas hasta conseguir un procedimiento tipográfico que ha permanecido sin apenas cambios hasta principios del siglo XX. De esta forma, para la elaboración de sus libros impresos, sustituyó la madera por metal, fabricando moldes de fundición capaces de reproducir tipos metálicos regulares que permitieran la composición de textos. Fue esta invención, la impresión tipográfica con tipos móviles metálicos, la que dio origen al verdadero libro moderno.
Fue gracias a la posibilidad de realizar tiradas de múltiples ejemplares de libros, que un mayor número de personas en todo el mundo pudo acceder al saber escrito, lo que dio lugar a inestimables transformaciones, no sólo en el campo de la cultura, sino también en el de la política, la religión y las artes.

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