No siempre amanece de madrugada

junio 01, 2009 minerva 2 Comments

Despertó su conciencia
de una bofetada
y no reaccionó,
no supo cómo encajarla.
Se acumuló de golpe la ira en su cara
vomitó veneno como sangre en palabras
y escupió murmullos
cuando ese llanto estéril de rabia
convulsionó su cuerpo,
arrastrándola.
El la observó en silencio
como si de un animal se tratara,
duro el gesto, razón aniquilada.
Y partió, lentamente,
ajeno ya a aquello que quedaba
indiferente,
ella,
el despojo, vagaba por la cama.

2 Miradas al Sur:

Anónimo dijo...

Hey bonito como siempre, triste como casi siempre, desencuentros, abandonos, cuerpos sin alma que vagan como por una pesadilla, quizá escribir sea un exorcismo para lucir más esa bella sonrisa en esa vida que hay ahí fuera.
Siempre un placer leerte.

Yo mismo.

minerva dijo...

No lo había pensado de ese modo, son instantes que me vienen de repente, momentos que prefiero dejar por escrito.

Un beso.