Poema de Ibn Jafaja

abril 08, 2010 minerva 3 Comments

Envuelta en el denso velo
de la tenebrosa noche,
vino en sueños a buscarme
la gacela de los bosques.
Vi el rubor que en sus mejillas
celeste púrpura pone,
besé sus negros cabellos,
que por la espalda descoge,
y el vino aromoso y puro
de nuestros dulces amores,
como en limpio, intacto cáliz,
bebí en sus labios entonces.
La sombra, rápida huyendo,
en el Occidente hundióse,
y con túnica flotante,
cercada de resplandores,
salió la risueña aurora
a dar gozo y luz al orbe.
En perlas vertió el rocío,
que de las sedientas flores
el lindo seno entreabierto
ansiosamente recoge;
Rosas y jazmines daban
en pago ricos olores.
Mas para ti y para mí,
¡oh gacela de los montes!,
¿qué más rocío que el llanto
que de nuestros ojos corre?

3 Miradas al Sur:

el seno entrabierto...
espero...

SIempre suyo
Un completo gilipollas

Beso dijo...

Chica lo sé, la vida es lo que es, solo nosotros tenemos el poder de cambiarla ...
Un dulce beso ... que lo mereces ... con todo lo que fui ...

minerva dijo...

Los poemas árabes tienen una gran sensibilidad llena de simbolismo y belleza.

Gracias a ambos y un cálido beso.