viernes, 26 de marzo de 2010

...y detrás de el, siento cerrarse los días del tiempo...

La habitación olía a hembra, una bofetada de celo que al abrir la puerta sintió consiguiendo que el miedo se asentara áspero en su garganta. Aún no sabía los motivos por los que contestó a ese anuncio, ni a los escuetos mensajes que siguieron durante algunos días, fue mas bien por diversión, por el morbo de saber hasta dónde podía llegar su osadía, hasta dónde romper sus barreras. Pero la hora del encuentro llegó y ahí se encontraba, intentando vislumbrar en la oscuridad, con las rodillas temblando y el corazón sin control.

Una voz masculina la instó a entrar, mecánicamente lo hizo. Sudaba, las sienes le estallaban y por un breve momento sintió la necesidad de retroceder, era una locura, estaba excitada, ansiaba seguir y, al mismo tiempo, salir corriendo. No se movió.

Cuando sus ojos se habían acostumbrado a las sombras, se encendió la luz. Un hombre se encontraba frente a ella, a pocos centímetros, sonriendo le tendió la mano conduciéndola hasta el centro de la sala. “Veamos si has cumplido con tu parte…la falda fuera” le ordenó mientras se sentaba en un sillón a observarla. Una cremallera inoportuna, un minuto que parecía eterno, por fin cayó al suelo dejando su sexo expuesto a placer. “Date la vuelta, sabes que me interesa ver si has llenado ese culo de perra como te ordené”. Una oleada de calor surcó su rostro y humedeció su coño sin que pudiera controlarlo, la raza comenzaba a destaparse. Mordió levemente sus labios y se giró, un hermoso plug con brillante cristal adornaba su culo. “Bien, bien” dijo mientras se acercaba, “vamos a ver qué sabes hacer”. Con lentitud su mano fue acariciando perfil y cuello mientras ella entornaba los ojos abandonada hasta que una punzada la hizo reaccionar, gritó, no sabía en qué momento su camisa y sujetador habían desaparecido, solo pudo concentrarse en contener el dolor que subía desde sus pezones que el se encargaba de pellizcar. Las caricias se multiplicaron al igual que su sexo se encharcaba de flujos, dejó de pensar cuando el la puso de rodillas y los primeros azotes cayeron marcando su piel, los gemidos adornaban su voz con sonidos nuevos, su condición florecía sin pudor mientras sus agujeros se abrían dilatados de excitación. Estaba dispuesta.

Un antifaz la devolvió a las sombras, reinó el silencio. De pronto escuchó unos pasos que se acercaban, una mano suave que surcaba su lomo, que sacaba el plug y con el recorría de nuevo su espalda, hasta llegar a su boca y, en un susurro, ordenaba, “lámelo”. La sorprendió una cálida voz de mujer y mientras probaba su sabor por primera vez, pensaba dónde estaría el.

Pronto esa pregunta quedó en el olvido, “toda tuya, aunque ya lo sabes, el culo es mío, volveré en una hora” dijo el y la puerta se cerró.


Para D.

6 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Farid dijo...

Cuantos nuevos matices.... cuantos!

Sueños de Amor dijo...

Siempre me deleitooo leyendoteee amigaa, te dejo un abrazooo...

Horeb Torres

Beso dijo...

jajaja ese es la primera parte, vamos a ver la segunda,
WoW .. dos chicas juntos, me gusta ...

Besos Sirenita ...

Jonessy James dijo...

un giro a lo que venía leyendo, pero fantástico igualmente.
cada vez mejor, minerva querida

afectuosos saludos

jonessy

minerva dijo...

Intentaré que te siga interesando shurime, a ver cómo se me da.
Un cálido beso.

Eso es lo que intento Farid, gracias por sus palabras.
Un saludo.

Gracias Sueños de Amor, es una satisfacción para mi que así sea.
Un saludo.

Pues si, vamos a ver qué sucede beso.
Besos.

Espero que con éste giro, efectivamente no te hayas sentido melancólico.
Un beso.