recoge velas, se protege del frío
que, en cubierta, la bruma inunda
ocultando al océano antiguo.
“Ven”, le dice la brisa
“navega por mi cuerpo desnudo,
cuéntame de que color son las mañanas
siéntate sobre esa piedra mojada
descúbreme tu aliento
déjame probar el placer de lo prohibido.
Escúchame,
se gemir con tu latido,
vibrar a golpe de cadera,
enredarme entre tus piernas
penetrar muy adentro…”
“Ven”, le repite excitada,
“estaré a lado mientras buscas el faro
mi hombro calmará tu ansiedad
dejaré que utilices mi aire
para respirar
y en el ardor de la noche
tenderé redes que acaricien tu espalda
arqueando deseos y gozando
de la humedad de tu sexo…”
Se deja mecer, cierra los ojos,
se oscurece el mar…
6 comentarios:
Sólo navegando se pueden disfrutar los mundos húmedos.
Un gran saludo.
Como siempre sirenita me ha impresionado tus lindos versos, creia que solo las sirenas cautivavan las almas de los navegantes con sus cantos, pero veo que tu mas presiado don es la escritura, no las avandones nunca para placer de este lector y lo demás
saludos afectuosos y besos
Jose
Muy lindo tu blog, pasaré seguido.
Un beso
Virginia.
Pues si Ipnauj, aunque hay quien se pone traje de buzo para no tener humedades ;).
Un fuerte saludo y gracias, me encantan tus fotos.
Gracias mi estimado Jose, muchas gracias por tus palabras.
Besos.
Le agradezco sus palabras Señora y le doy la bienvenida a éste rincón.
Un saludo.
Publicar un comentario