La cuerda es una serpiente domada por Sus manos, se enrosca mordiendo su sexo que palpita excitado, se relame al contacto de los flujos que caen descontrolados y se asienta morbosa separando sus labios. Asciende por su cintura, recorre su espalda, aprisiona la piel, ciñe perversa el talle y atrapa sus brazos, la paraliza, pareciera un ángel sin alas…
2 comentarios:
Sigo asomandome a tu ventana y deleitandome con cada párrafo y fastinandome como siempre sirenita.
besos
Jose
Me siento honrada con tu presencia y tus palabras, gracias Jose.
Un beso.
Publicar un comentario