lunes, 24 de octubre de 2011

Día 1

Mi cabeza quiere una tregua

mi corazón, la lucha.

Mientras, la danza se convierte

en frenético ritmo

caos sin orden.

Debo continuar.

Escucho risas que son puñales,

puñales que son recuerdos,

cercanos, distantes.

No tengo miedo.

¿Cómo saberlo?

Amanece y no me he transformado

en estatua de sal.

(editado nuevamente porque necesito pulir los días antes de escribirlos)

4 comentarios:

Rocío dijo...

Cuando suceda, seguro el mundo se detiene por unos segundos antes de recomenzar una nueva marcha... más feliz.

Sentidas palabras.
Un beso, Minerva.
Que todo siga adelante.

Buen martes.

Darío dijo...

Éste lo leí alguna vez, no? Es un encanto. Y la imagen, bue...

Yemaya dijo...

Totalmente de acuerdo. Seguro se detendrá el tiempo.
Besos y susurros cálidos

minerva dijo...

Siento haber cambiado un poco el texto...no terminaba de cuadrarme pero no Cuervo, no lo había publicado antes.

El tiempo....amigo y enemigo ¿no?

Besos.