lunes, 10 de enero de 2011

El cinismo

No se si los botarates pueden ser cínicos. Esta tara se presenta, en su forma mas común como cierta espuma agria de la inteligencia, que envenena los vínculos y cuyo criterio determina que no hay bondad posible; nada es puro, nada legitimo. Una obscenidad de las ideas que ensucia lo que hay de generoso en lo humano.

El cinismo es como el lujo. Un poquito puede caerte bien. Pero a grandes dosis es vulgaridad.
Y el corazón no aguanta y se pudre.
Gustaría de ser devota de Santo Expedito, patrón de las causas urgentes y justas para pedirle que aparte de mi ese cáliz. Lástima.

Post scriptum: los imbéciles pueden ser cínicos. Pero no son tan peligrosos como los que pecan desde la gracia y el saber. Maldigo setenta veces siete a esa casta.

Gracias nuevamente
nilda por expresar tan bien, por tu claridad de ideas y, sobre todo, por tener la generosidad de prestármelo:

3 comentarios:

Sheol 13 dijo...

Nada mas acertado de lo que algunos creen que son pero son todo lo contrario. Un abrazo.

Syd dijo...

Perfecta la comparacion entre cinismo y lujo, asi es, poco se puede permitir, abusar de ello es una ridiculez total.

Muy bueno el texto, aplica bien a mucha gente por ahi...

minerva dijo...

La pena es que como bien dices lo creen Sheol13, es el colmo del cinismo ;).

Si es bueno Syd, la verdad es que lo es.

Cálidos besos.