Cristal de lágrimas

enero 18, 2010 minerva 5 Comments

Maravillas llevaba varias semanas con una sensación que le ensartaba el alma como un hierro candente hiere en las entrañas. No sabía exactamente qué era, pero aquello la consumía día y noche. Analizó detalladamente pasado y presente, incluso escrutó cualquier posibilidad pensada de futuro sin poder hallar ninguna respuesta a su dolor sordo y profundo. Las noches eran largas travesías en vela revolviéndose entre sábanas, cerrando con fuerza los párpados y respirando agitadamente. Los días eran constantes recuerdos conscientes de esa sensación e infructuosas búsquedas en su árida memoria. Suplicó ayuda para hallar explicación alguna qué era lo que le pasaba. Nunca pensó que ese tormento podría ser tan duro de llevar ni tampoco creyó que se eternizaría hasta el fin de los tiempos.

En una de esas noches de insomnio y dolor, Maravillas salió a la calle para intentar que el frío de la madrugada mitigase su penitencia. Vagó sin rumbo por su ciudad, ahora solitaria. Mirada perdida en el infinito, soledad palpable, esperanzas ninguna. Al cabo de varias horas, se detuvo al lado de un mirador frente a un riachuelo y vio como de un pequeño arce al lado del puente, de la última hoja seca que luchaba por no soltarse de la rama, una gota de rocío casi congelada, asomaba. "Una gota a punto de caerse en una hoja a punto de desprenderse de su rama" - se dijo a si misma -"Mira por dónde, gotita, tú y yo tenemos algo en común..."

Descubrió que de esa gota salía un resplandor especial...nunca antes había visto una luz con ese tono, con ese brillo, con esos reflejos. Se acercó para observarla con mas detalle y en ese momento, la gota pareció querer marchar, con el tiempo justa para que la pudiera recoger en la palma de su mano. Sorprendida, observó que permanecía con su forma original, como si fuera de cristal líquido, como una lágrima que alguna Diosa furtiva le había enviado...Y en ella vio algo bello, muy bello, superlativamente bello. Vio a Yao, su Yao vestida con un kimono celestial, sentada frente a una ventana, con un fondo hermosísimo de cerezos en flor.

Yao tenia un semblante grave y Maravillas pudo adivinar que de su mejilla, una lágrima se deslizaba lentamente hacia sus labios...una lágrima exactamente igual a la que ella estaba sosteniendo en su mano. Así, como si de un regalo especial y divino de esa Diosa se tratara, dirigido a alguien escogido para ser portador de ese suplicio, Maravillas sintió humedad en su piel y como toda ella, en cuerpo y alma, era acogido por esa gota que sostenía. Se estremeció como nunca...Maravillas estaba frente a Yao. Su queridísima Yao.

-Yao...mi vida....yo, yo....-balbuceó.

Yao acercó el índice de su mano con una suavidad y dulzura extremas hacia los labios de Maravillas y sonrió.

Ésta comprendió que debía guardar silencio. Siguió atenta los ojos de Yao, ya que sabía que le debían explicar muchas cosas. Y así lo hizo durante una existencia, durante algo que no podía ser calificado de tiempo. Con infinita paciencia, Yao le hizo saber a través de su mirada toda su historia y anhelos, todo su amor...hasta que le mostró aquello que le hizo quebrar su corazón y romper a llorar sin derramar ni una lágrima mas salvo la que aun seguía surcando su mejilla.

Maravillas nunca pensó, ni en las más atrevidas fantasías junto a su Amo, que se pudiera soportar tanto dolor por alguien... mas sufrimiento y desespero que el que ella misma había sentido esos días...

5 Miradas al Sur:

El Drac dijo...

Al final ¿volvió con su amo o se quedó con Yao?
no puedo encontar el final!! Un abrazo.

Azriel dijo...

Esperado, increible, delicioso, y sublime.

Ya estaban faltando, mi preciosa ana.

Azriel

minerva dijo...

El Drac, es que la historia no ha finalizado aún...

Un saludo.

Gracias Azriel, aunque no todo el mérito es mío, soy la que transporta las palabras, nada mas.

Muchos besos.

Anónimo dijo...

esperaré a que termine la história.....
muy hermoso
besos

minerva dijo...

Ni yo sé muy bien cómo finalizará querida maiKO{RJ}, ni siquiera cuándo, pero gracias por tu interés.

Besos y mis respetos a tu Señor.