Te reconozco

octubre 31, 2008 minerva 0 Comments

Te reconozco, eres quien mueve mis cimientos
me descubro en tus ojos, espejo de mi alma.
Has llegado de la nada, eres aire que me roza
recorres mi cuerpo, me elevas, me encumbras,
me dejo llevar arrastrada en cada paso que das
y siento el vacío inmenso cuando pierdo tu sombra.

Te reconozco, ser que me inquieta y me atrae
sonrisa indescifrable que me deja sin argumentos.
Paladeas mis temores como fruta jugosa, ríes
y me duelen las entrañas y me rebelo y me quemo
mas no quiero perder tu aroma, tu presencia,
aunque las dudas llenen los silencios de mi cama.

Te reconozco, eres la voz que me ordena
y cautiva de tus palabras que inmovilizan mi razón
dejo que me susurres secretos que son de dos.
Quiero llegar, escalar tu montaña, ser la que buscas
que anheles mi ausencia, que me añores y me exprimas
ser TU, ser yo, ser ambos, ser uno, ser ………

Te reconozco, atracaste en mi puerto, estás ya en mi.

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Entre limoneros....

octubre 28, 2008 minerva 0 Comments

Entre limoneros mi amor se ha escondido,
sus ojos negros como noche oscura
encandilan tiernos a los lejanos luceros
que brillan radiantes al verlo pasar.

Entre limoneros mi amor se ha escondido,
cascabel su risa como agua de fuente
juega con la brisa de la primavera
y se deja, mimoso, acariciar la frente.

Entre limoneros mi amor juega y juega,
pincelada hermosa de vida en mi corazón
y descubre el mundo en pequeñas cosas
temblando sus manos de tanta emoción.

Entre limoneros mi amor se ha dormido
velaré su sueño hasta el amanecer
celando a la suerte para que lo cuide
acunando sus ganas y su ilusión.

Que no se despierte, que duerma tranquilo
mañana volveremos a esos limoneros
volverán las risas
volverá mi amor…..

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La Sombra de la Luna

octubre 28, 2008 minerva 0 Comments

Descaro profundo, sombras de luz eterna
Ojos brillando febriles, deseo, humedades
Es ella la que oculta, engrandecida, rebelde
Entre murmullos de lamentos, bocas meditando,
Suspiros, gimen las manos al son de caricias,
Ausencias que no duelen, sentidos huidizos,
Cuerpos enfrentados, dientes que se clavan,
Galopa el viento, brisa suave, poros abiertos.
Luna gris que espías muda, duerme
No oscurezcas la noche,
No implores secretos guardados
Sigue vestida de frío, plata en tus entrañas
Que los amantes se amen
Antes que despunte el alba.

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Una parte de mi

octubre 21, 2008 minerva 1 Comments


Nunca ajeno al desconcierto que su presencia impone, estudia la forma de no pasar desapercibido. Coqueto y seductor, se ha especializado en añadir pimienta allí donde vaya y, sin un ápice de pudor, desnudo aparece consciente de su hermosura. No le gusta el invierno que lo encierra encorsetando su libertad y busca desesperado entre los nubarrones grises de febrero aquel rayo de sol que le deje salir de su modorra. Cuando llega el calor, se despereza de su largo sueño, sonríe brillante, se transforma pleno de gozo y vuelve a las andadas importándole muy poco las miradas justicieras. No cree en tiempos ni en edades, no le funcionan las reglas que la gente asume como si de una religión se tratase. Le gusta recrearse ante los espejos, es bastante presumido, algo altanero, diría que hasta a veces un cretino.A menudo se choca de bruces con el aburrimiento, en esas ocasiones es distante y lo provoca, no se acerca a sus espacios, colocando un muro, suele salir triunfante encarándose al mundo.Si le hablas de decencia, desconoce su significado. La humildad no es su fuerte, se vacunó el pasado verano. Pero le gusta hablar de amor, sentirse acariciado. No renuncia a una noche de placer, es algo sátiro y no caer entre sus redes de conquista es toda una lucha silenciosa, juguetona. Perdón, ¡qué falta la mía!, aún no os he aclarado, después de tanta línea, que éste del que sin tapujos hablo y que conozco pues con el me he criado, es mi ombligo, indecente y alocado que hace días me suplica le escribiera un relato.

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Ofrezco (Abel Pintos)

octubre 21, 2008 minerva 0 Comments

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Desnuda tengo el alma (Pasión Vega)

octubre 21, 2008 minerva 0 Comments

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Primera Sesión

octubre 21, 2008 minerva 0 Comments


Cuando le dijo que en su próxima visita tendrían su primera sesión, no pudo despegar los ojos de la pantalla ni mover sus dedos para escribir algo coherente. Un escalofrío mezcla de ansiedad y miedo recorrió su espalda, deseaba que sucediera y, a la vez, no sabía si estaba preparada. Un cúmulo de pensamientos la inundaron, el la miraba paciente desde el otro lado de su pantalla y temió que algo se reflejase en su rostro. Cambiaron de tema, rieron, pero su mente ya estaba en otro lugar…..

Esos días se sucedieron con impaciencia entre charlas y miradas, entre preguntas y respuestas. Intentaba imaginar la escena, su ropa, sus movimientos, sus palabras…
Deseosa de cuidar todos los detalles, la noche anterior se preparó a conciencia, eligió un vestido como el le había sugerido, observó su cuerpo ante el espejo durante un largo rato y fue a dormir esperando que las horas volaran con rapidez.

Sonó su móvil, era el que con voz segura le avisaba donde se verían , no acertó a articular mucho, un si quedo selló el lugar y la hora. Fue con tiempo y esperó, culminaba el momento de la ansiedad, comenzaba su andadura sin saber muy bien que clase de sentimiento se estaba instalando en su corazón y que le martilleaba sin descanso.

La recogió y se besaron fugazmente, un temblor mudo controló su cuerpo aunque hizo verdaderos esfuerzos porque no se notara y que su conversación fuera fluida. Al llegar al hotel, por ese pasillo hasta la habitación pensó mil cosas y supo con certeza que no había marcha atrás, que debía dejar de intentar controlar y dejarse llevar por las sensaciones que se sucederían a partir de que esa puerta se cerrase tras ella. No fue así, el notó su nerviosismo, se sentaron armonizando palabras, robando minutos al tiempo hasta que su voz volvió a sonar distinta al decirle simplemente “levántate”. Sacó de un maletín negro unos cuantos objetos que dejó en la mesa y, en ese justo momento, ella se tranquilizó, dejó las riendas en sus expertas manos y pensó, soy suya, soy feliz. Los minutos siguientes se sucedieron en calma, en un silencio roto por la respiración entrecortada de ella al ser acariciada, por la sonrisa de orgullo al sentir sus manos rodeando con el collar su cuello, por la satisfacción se sentirse entregada, expectante, en su poder.

Y surgió la magia, supo que no habría instantes tan intensos y quiso quedar así, siempre, en justa comunión con el, reforzando sus lazos, intimando en besos, en azotes, experimentando con su cuerpo la sensación de querer no acabar jamás.

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Aprendiendo

octubre 14, 2008 minerva 0 Comments

Siento sus dedos rasgando mi piel
aunque solo imagine su roce….
Siento su voz mas allá de las palabras
y no he oído su tono….

Siento su mirada clavada en la mía
aun sin conocer su profundidad…..

Siento sus labios atrapando gemidos
y busco su boca….

Siento sus cadenas aprisionando mi cuerpo,
invisibles pero fuertes,
que me atan, que me enredan…..

Siento que está a mi lado y que, cada día,
inventa la palabra añoranza
cuando desaparece ….

Siento que encontré mi camino,
me tendió su mano, me dejé llevar….

Siento que le pertenezco,
cierro los ojos y lo se, le pertenezco….

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Temor

octubre 14, 2008 minerva 0 Comments

No tengo temor,
porque me agarro a su mano con fuerza
y guía mi destino, no pregunto, no deseo saber,
no me importa el después solo ese instante donde
la magia surge y despierta los sentidos que
dormitaban perezosos esperando su señal.

No tengo temor,
porque me anuda la cintura
con sus brazos cuando mis piernas tiemblan
en el borde de ese precipicio que creamos
y me sostiene, me retiene y me llena de calma
para volver a elevarme en segundos suspendida
entre sus redes.

No tengo temor,
porque está en mi aun sin estarlo,
porque me protege y su sombra cubre mi cuerpo entregado….

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La Decisión

octubre 14, 2008 minerva 0 Comments


Sintió un estremecimiento al roce de Sus dedos que despacio acariciaban su espalda desnuda, no temía, pero un nerviosismo molesto cosquilleaba su estómago. Cerró los ojos intentando desconectarse del entorno, una habitación no muy iluminada donde las velas y el incienso llenaban todos sus sentidos. La gasa que cubría su cuerpo yacía a los pies como signo de la primera orden acatada. Una orden sencilla que la hizo temblar al escuchar Su voz firme y a la vez cálida, envolvente.
Entregada a esos pensamientos, no se dio cuenta cuando Su mano había desaparecido. Se revolvió inquieta pero la segunda orden había sido permanecer de espaldas con un espejo cubierto por un tul negro como única referencia. En un instante, roto el silencio por el chasquido de Su mano, mordió sus labios para acallar su queja, no fue el dolor la que movió su cuerpo, fue la sorpresa, esperó cada uno de esos azotes con una sonrisa, uno, dos, tres………..su piel iba tornando al color que El siempre le dijo que sería. Perdió la noción del tiempo hasta no sentir nada. En ese instante, El volvió a quedar como una sombra por unos momentos para nuevamente volver hacia ella anudando su cuerpo de forma certera y caprichosa.
Le costaba respirar emocionada como estaba, temblando de sentir esa aspereza dulce en si que dejaría un bello vestido de marcas enlazadas con ingenioso trazo. Mientras, El, tomó un pincel sacado de una cajita de madera y comenzó a dibujar sus brazos. Primero uno, luego el otro, con lentitud fue dejando que la fría tinta se secase componiendo magia en tanta desnudez, engarzando sus lunares con esmero y mimetizándolos hasta hacerlos desaparecer.
Pasó el tiempo, ella, de pie, serena y El en la oscuridad, observando. De nuevo suspiró al sentir su roce, como apartaba la cuerda, como acariciaba el resultado. Cuando el último nudo cayó silencioso al suelo, sabía que debía cumplir la tercera de las ordenes: mirar a ese espejo que ya no tenía tela ninguna y pensar si eso era lo que deseaba para el resto de su vida junto a El.
Lágrimas inundaron su cara al ver la imagen que tantas noches había soñado y asintió con toda la fuerza que pudo feliz de saber que había encontrado el camino de Su mano.

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