jueves, 6 de mayo de 2010

La Carta (29 de abril de 2006)

Cada mañana, al despertar, como un autómata se asomaba a su buzón y, como cada vez que lo hacía, soltaba un exabrupto que arrancaba carcajadas silenciosas a sus vecinos, conscientes de que aquel tipo estaba algo ido. No se daba cuenta, absorto como estaba en esa casilla desierta unas veces, llena de propaganda inútil, otras. No llegaba, aun suplicando en cada amanecer, ....nunca llegaba.
Hacía dos meses ya que ese peregrinar se había convertido en algo cotidiano, dos meses, pensaba, esperando una carta endemoniada que juega conmigo como le da la gana, pretende que pierda la cabeza, estoy seguro, ¡ilusa!, yo esperaré paciente, no tengo prisa. Claro está que se mentía, la ansiedad lo estaba transformando en un ser amargo y desatinado. El centro de su vida era “ella” convencido de que al recibirla, todo volvería a ser como antes y lograría recuperar su paz interior.
Ese día se levantó azorado, soy patético, gritó mientras se miraba al espejo, pero su obsesión le hacía correr escaleras abajo echo unos zorros ante la mirada del ya acostumbrado cartero que, despacio y hasta gozando de la espera del otro, había hecho del reparto todo un ceremonial morboso.
Por fin, allí estaba, blanca inmaculada, en el lugar convenido. Temblando, la recogió, se sentó en los primeros peldaños del rellano y se quedó mirándola embobado. Notó como sus ojos se humedecían comenzando a llorar sin control, desesperado. Estaba entre sus manos y se dio cuenta de que se había quedado sin excusas, no quiso abrirla, la rompió en mil pedazos, olvidó su existencia y la siguió esperando, en otra vuelta de noria de su vida...


Para Marc

9 comentarios:

Ramón María dijo...

Maldita espera y por contra ¿Que hacer si no?, buscar para esperar, un rollo....


Muxus

Anónimo dijo...

Mantener siempre la ilusión deduzco de tu relato , pero si no se abre nunca la carta nunca sabrá lo que ha perdido o ha ganado , dificil decisión , la vida es corta , yo abriría la carta , besos querida minerva .

Anónimo dijo...

Como siempre muy bonito y algo difente, casi humoristico, casi eh, jajaajajaja

Pero como el loco que se ha curado y desea volver a ser feliz con su falsa realidad, el personaje preferia no leerla, y si no dice lo que esperaba?, igual estaria peor que mientras espera.

Pecaré de vanidad y pensaré que soy el Marc de la dedicatoria.

En el fondo casi envidio al personaje, al menos espera una carta de amor, no de un trabajo, jaajjajaja

Un beso cascabelillo

Marc

PD. cada linea nos acerca más mas a ese libro?

Jonessy James dijo...

si se temrina la espera ¡qué hago?

perfecto, minerva. hermoso siempre, pero hoy perfecto.

cariños

jonessy

Beso dijo...

Ooopsss ... si es para Marc
no puedo comentar ... jajaja

Besosss bella chica ...

Shang Yue dijo...

cuándo dejar de ser un cobarde?

minerva dijo...

Creo Montxu que la espera nos hace en cierta medida inseguros pero al mismo tiempo, ¿quién no espera algo?.
Besos.

Yo, en estos momentosalhena y eva{Sext}, realmente no sé qué haría.
Muchos besitos.

Eres el Marc de la dedicatoria Matro, recuerdo que hablamos de éste relato una vez….y mira, te hice caso, puse la fecha…
Un beso enorme, ojala me centre y podamos ver algo del libro.

Tenemos tantos miedos Jonessy , éste es tan solo uno mas.
Muchos besos y gracias por tus palabras.

Claro que puedes comentar estimado beso, siempre puedes.
Besos.

No lo sé Shang Yue, es tan complicado enfrentarse a la vida…
Un beso.

García Francés dijo...

Dª Minerva, la comprendo yo hay muchas cartas que guardo sin abrir, podría enseñarle un monton de ellas apiladas en mi biblioteca, robando en espacio de los libros.

Gracias por defensa y su elogio, es un orgullo para mí ser protegido por tan importante Dama. La invito a participar en mis Encuentros, ¿se anima?

Un respetuosos saludo.

minerva dijo...

De nada García Francés, para eso estamos, aunque la importancia es según se la de cada cual y yo me doy la justa ;).

Me animo caballero, gracias.

Un saludo.