Interior
Se cansó una noche de aplastar violetas,
de gritarle a la luna su desdicha,
se agrietó su risa,
cementerio de dientes,
mueca rota y maldita.
Enfermó de llanto borracho,
sucumbió ante un letargo cansino,
vomitó pasado entre fiebres de olvido.
Acunó su dolor,
lo dejó dormido atrapado entre legañas,
partió acallando sus pisadas,
deshilando pegajosos sueños,
uno a uno.
Se cansó una noche de mirar estrellas, ´
arañó sus brazos con saña infinita,
bordeó los pliegues de la locura,
estalló en pedazos la caja de los secretos.
Escupió el rencor,
maldiciendo en silencio
y se fundió en la noche
oscura como su alma.
Se cansó una noche de esperar insomne,
selló sus labios marchitos,
desapareció.


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