Noche de Difuntos

octubre 31, 2010 minerva 7 Comments

En la noche de difuntos corren leyendas, cuentos y misterios….dicen que extrañas apariciones rondan invisibles a nuestros ojos, nos erizan la piel si escuchamos sus lamentos, dicen que el sonido de las campanas anuncia a las almas que salen por las calles….dicen que los fantasmas son los del mas allá, con o sin cadenas, con o sin maldad aunque, con sinceridad, tengo mis enormes dudas en ello…

En la noche de difuntos realizaré el exorcismo definitivo, y espero, deseo, ruego, imploro que sea el último, que se aleje esa sombra y que descanse, si es que sabe, en la cueva del olvido.

"Cuando doblan las campanas,
no doblan por los que mueren:
doblan por los que están vivos,
para que de ellos se acuerden."

Feliz noche....

7 Miradas al Sur:

Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941)

octubre 30, 2010 minerva 2 Comments

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Asciende los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte:
descienden los labios,
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.



Orihuela, 30 de octubre de 1910

2 Miradas al Sur:

Te espero

octubre 24, 2010 minerva 13 Comments

Te espero en el instante en que la luz juega con la noche,
en la penumbra de los rincones que eliges esconderte,
en la respuesta callada, en el aleteo frágil de tus palabras.

Te espero con la certeza de ignorar el destino que me cubre,
con la vehemencia de quien desea alcanzar febriles sueños,
con la sonrisa adornada, con las manos cargadas de caricias.

Te espero impaciente y perversa, cálida, bañada en luna
dispuesta a ganar tu alma, cadencia de mis mares,
sedienta y altiva, desnuda de límites, barco hacia tu orilla.

Te espero sin los adornos que cubrieron mi pasado,
sin retórica ni temores, sin silencios que nos traicionen,
sin voluntad de huida, sin oscuras razones.

Te espero, lo sabes, en las curvas que tu mente encierra,
olvidando mi pudor al confesarlo,
amordazando mi orgullo que ante ti se evapora.

Te espero, lo sé, vencida ante tu magia, ilusión de madrugada,
ignorando los ecos que de sensatez no hablan,
solventando las tormentas que se desatan llenas de lágrimas.

Te espero...
aunque no esté segura ni crea que vengas,
y tu,
¿me esperas?

13 Miradas al Sur:

Saturar

octubre 22, 2010 minerva 11 Comments

Saturar, en física y según el diccionario, es “aumentar la señal de entrada en un sistema hasta que no se produzca el incremento de su efecto”. Es decir, y advirtiendo que soy profana en estos temas, que se trata de una simple divagación morbosa en un día que me siento profundamente extraña y que mis pensamientos son algo peculiares, si yo fuera “un sistema” no podría mantener esa definición ya que en realidad en mi no se ha incrementado nada ni ha habido aumento de ningún tipo, mas bien todo lo contrario.

Sin embargo y como sí soy de letras y disfruto jugando con lo que va mas allá de la simple expresión, diría que es algo absurdo y altamente comprobable que la física fracasa estrepitosamente conmigo puesto que de saturación sé un rato. Sigo planteándome dudas y si escojo un sinónimo, como por ejemplo “colmar” peor aún ya que ni doy con abundancia ni satisfago plenamente deseos, aspiraciones…

Tampoco sé si es cuestión de “ser” de letras o de ciencias, solo trataba de explorar en las palabras y el resultado no puede ser mas caótico, como mi sentir en estos días, nada preocupante, espero que pasajero, pero inevitable y cierto.

¿Entendible? Deseo que si.

11 Miradas al Sur:

Hentai

octubre 21, 2010 minerva 8 Comments

8 Miradas al Sur:

Algo para contar

octubre 20, 2010 minerva 8 Comments

Se enredan en mi pelo leves reflejos de ti,
me descubro espiando el vaivén de tu mirada,
en acordes de una música desafinada y lenta
invaden el margen estrecho que nos separa.

Conjuros de tinta azul convertidos en destino,
borrones distorsionados en cóncavos espejos,
paredes que delimitan los remiendos de mis alas,
presencias sin receta recorriendo la piel erizada.

Una sensación descontrolada inunda mis huecos,
segundos que persiguen el compás de tu aliento,
un breve escozor, una punzada, un trazo marcado,
suspiros que inoculan su veneno y me envuelven.

8 Miradas al Sur:

Sushi, otro sentir (y II)

octubre 14, 2010 minerva 21 Comments

Recuerdo que unas horas antes íbamos paseando entre los pasillos del supermercado… yo delante, El a pocos metros sin perderme de vista. Sonaba el móvil, un mensaje que leía con unas inmensas ganas de mirar hacia atrás pero me contenía, “En el stand de arroz te inclinas hacia el ultimo estante y levantas la falda que se vea la liga de las medias, cuenta hasta 15”…el rubor invadía mi cara, mi pecho quemaba y obedecía notando el olor de mi celo que revoloteaba entre mis piernas.
Sin tiempo para sacudir la vergüenza otro mensaje “En el próximo pasillo a la derecha busca algas Nori con las tetas fuera de la blusa hasta que las encuentres”…Menos mal, pensé, que a ultima hora decidimos cambiar de supermercado, en éste no me conocía nadie, en el anterior hubiese resultado muy incómodo.
Los gestos torpes de mis manos se acrecentaban por una mirada que no veía e intentaba buscar las algas antes de llegar. Los dedos se atascaban con los botones, llegaba al lugar y las tetas no habían salido de su prisión. Los nervios, el rubor, el coño que notaba latir, mojarse y mojarse con la sensación de ir dejando un rastro a mi paso.
Sabía que me miraba desde la distancia y eso era mayor que el pudor del momento. Por fin las saqué enfrentándome con un montón de sobres que volaron sin saber cómo a la cesta. Ya tenia el siguiente mensaje, “Sección de conservas, cuando llegues te quitas el sujetador y lo guardas en el bolso parece que te molesta para tus tareas”. En esos momentos no sabía si estaba, si flotaba, solo notaba calor, mucho calor….Otro pitido mas “Busca el jengibre, al lado tendrás el vinagre y la soja, vinagre el que pone para sushi, soja al estilo japonés, es sencillo”…Me apoyaba mas que empujar el carrito, intentaba consolarme pensando que todo pasaría rápido y el premio sería merecido.
Un nuevo mensaje y aun no había encontrado el vinagre. Los nervios me superaban, “Busca el wasabi, es un bote plateado con una parte verde, pequeño. Otra cosa…deberías haber venido sin tanga ¿lo recuerdas?, no te lo quites, meterás el botecito entre el y tu coño de perra y sacarlo así será tu castigo por desobedecer… me encantaría que lo descubriesen en la caja”.
El último mensaje me desconcertó, “Falta el pescado”. Ninguna orden que lo acompañara, un incómodo silencio y yo perdida en medio de nada…De repente, lo sentí en mi espalda, susurrando, mientras frotaba su polla contra mi culo, lo que debía ir pidiendo, cómo deseaba el pescado, en filetes, mientras se pegaba a mi y empujaba “¿Te gusta cerda, te gusta mojarte en publico?, pide lubina, que la abran y quiten la piel”, mientras su mano entraba bajo mi falda, “No te muevas, pide dos lomos de salmón”, y recorría mis piernas por el interior de los muslos.
La gente se empezó a agolpar, su abrigo me tapaba en el momento que la pescadera me preguntó algo que no llegué a entender, no estaba ahí. Me incliné….”Si te mueves mucho el abrigo se apartará y tu culo quedará al aire” me dijo al tiempo que sus dedos se acercaban a mi raja…”Langostinos, un cuarto de kilo”, susurró disfrutando de mi tartamudez mientras un dedo jugaba con mi agujero de atrás bajándolo hasta el coño y empapándose de jugos. “Atún rojo, un trozo de ventresca”, en un suspiro entró en mi mientras el cuchillo cortaba con tajo certero, de una sola vez, un corte limpio de herramienta afilada.
Jugaba entrando y saliendo a sabiendas que habíamos terminado, alargando el momento, la espera. La pescadera mirando, yo callada, cerrando los ojos, abriéndolos, intentando aguantar, los labios apretados, mirándola, rogándole un momento que se hacía eterno…Sacó sus dedos limpiándolos en mis nalgas…
“Solo nos falta un pepino, creo que te entrará bien en este agujero” me dijo apartándose para que pudiera salir del amasijo de gente que nos rodeaba.


Gracias.

21 Miradas al Sur:

Y si no fuera la misma historia...

octubre 12, 2010 minerva 12 Comments

Tiemblas…,
acercarte a mi te asusta,
mi nombre te paraliza,
se ciegan tus pupilas,
no distinguen el camino,
rechazas mi presencia,
huyes de lo desconocido,
turbado por mi sombra…

Te quiebra la evidencia,
recorre tus ruinas de escarcha
hiere tu piel quebrada,
el corazón se vacía inerte,
envenena tus latidos…

Sientes la lluvia olvidado,
sin cobijo te rindes,
impotente y asustado
a la oscuridad sedienta
de despedidas y ausencias…

Te alejas,
cansado,
lejos, distante,
mas y mas
lejos, horizonte,
mas y mas,
lejos…

12 Miradas al Sur:

Un paseo por...Vlad Gansovsky

octubre 10, 2010 minerva 11 Comments

11 Miradas al Sur:

Percepciones

octubre 07, 2010 minerva 8 Comments

No sé cuándo, desconozco el momento,
sucede….
juego de miradas, una palabra,
dedos que se rozan en penumbra,
levemente.

Sombras inquietas se revuelven
por el vértice del pensamiento,
ese vértigo infinito que me clava
y descubre el sentir mas descarnado,
nubla inquieto mi ansiedad
con sus punzadas, aleteos de su aliento.

Me encuentro con la sed
de sus caricias
enfrentada a la noche mas vacía
que dibuja en mi su rostro,
pronuncia en silencio un nombre
y suspira en rastros de humedad
latente.

8 Miradas al Sur:

Pensamientos oportunos

octubre 05, 2010 minerva 12 Comments

Estoy con un libro, “De la Alhambra a Tombuctú”, del inglés Michael Jacobs, que con gran carga de ironía hace una parodia de la visión romántica que se han empeñado en hacer a lo largo de la historia sobre la huella árabe en España.

Uno de los personajes que primero aparece es Ibn Battuta, compulsivo viajero que luego de muchas vueltas, tenía la intención de encaminarse hacia lo que quedaba de Al-Ándalus y llegar al legendario Tombuctú. Lo siguiente lo copio textualmente:

“Un joven escritor y erudito a quien iba a conocer en Granada, Ibn Yuzayy, documentaría mas tarde todos los periplos de Ibn Battuta en una inmensa crónica que revela poco acerca de la personalidad de este hombre aparte de su actitud compulsiva hacia los viajes, su repugnancia ante la violencia y unos sueños de grandeza que ocultaban una posición social e intelectual relativamente modesta. Los grandes logros intelectuales de los que tan a menudo alardeaba no concordaban con el hecho de que tuviera que encontrar a alguien para escribir sus memorias, ni con el ser una persona a quien sus largos viajes sólo habían llevado a poseer “una modesta porción de sabiduría”. Y aunque le encantaba recalcar el hecho de haber sido invitado por príncipes, reyes, sultanes y otros nobles personajes, durante la mayor parte de su vida de viajero tuvo que compartir la misma suerte que la inmensa mayoría de sus compañeros musulmanes de viaje, alojándose en albergues para los pobres y dependiendo de en alto grado de la caridad y hospitalidad de aquéllos que iba conociendo por el camino.”

¿Y todo éste rollo a cuento de qué?….pues bien, conforme iba leyendo pensaba en personas que conozco con ese mismo defecto, alardear de ser, de tener, de poseer, de presumir, careciendo de la sensibilidad suficiente para no sentirse inferiores, acomplejados que envidian vidas que no les pertenecen, dando lecciones de sabiduría y de superioridad sin intentar encauzar su vida, sin sentirse orgullosos de ser quienes son, sin mas pretensión que la de vivir en consecuencia a lo que refleja su espejo. Y será la casualidad, el destino o las estrellas que surcan el horizonte, algunos de ellos obviamente son Dominantes, rascas un poquito en la corteza y te encuentras un zafio de tomo y lomo que te dirige su docta palabra con aires de grandeza mientras te intercala una “h” en extasiado….

Por cierto…Granada es una hermosa ciudad, con carácter moruno, introvertida, de paisajes que contrastan, que enamoran y mi mitad andaluza está encantada viviendo en ella, será como decía Carlos Cano, “ que hay una Sirena cantando en la Alhambra…”

12 Miradas al Sur:

Vértigo

octubre 04, 2010 minerva 10 Comments

Desganada tu vida va perdiendo presencia,
azotes en la carne que desprenden calor,
devorada cruel por amor de piel marchita,
sucumbes en la oscuridad que una vez te quebró.

Ilusiones muertas en la premura de la noche,
polvo rápido y fugaz en cualquier cuarto de hotel
donde dejó la huella que alimentas encelada
olvidando entre las sábanas promesas de carmín.

Llegaste al infierno añorando su paisaje,
lamiendo tus heridas disfrazaste al dolor,
encontraste refugio revolviendo las sombras
que marchito y afiebrado de la tristeza nació.

Tiemblas con el terror pintado en tu rostro,
vértigo sucio de noches sin dormir,
amargura derramada en reproches mudos,
en esperanza errante de un mañana, de un tal vez.

10 Miradas al Sur: